sábado, 26 de abril de 2025

Slap in the face

 Tortazo en toda la cara. Es lo que significa.

 No soy tonta, lo sabía, había oído suficiente gente hablando de esta situación. Tenía claro que la gente que asumes que no lo va a aceptar de repente te sorprende y dice "pues qué bien", pero aún más sorprendentemente, la gente que asumes que sin duda va a estar a tu lado, de repente te das cuenta de que no. No necesariamente lo entienden ni necesariamente lo pueden seguir.

Hay gente que asumes que va a estar a tu lado siempre, que son incondicionales, para los que tú eres tú y ya está y por qué tener un poco de cambio al respecto de tu identidad tiene que implicar que todo sigue igual, porque la realidad es que no, que no todo sigue igual.

 La realidad es que las cosas cambian, que lo que propones o dices es un cambio sustancial, y que nadie tiene por qué comprarlo, o aceptarlo. Que la vida es así, que no hay garantías y que nada de lo que asumes como cierto tiene por qué ser cierto, porque los cambios tienen eso, que pueden ser aceptados o no, o a medias, o un poco pero no de verdad. Y que el mayor error es asumir que las cosas van a seguir un guión y que todo lo puedes asumir como un dogma o como algo que viene por sentado.

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida.

Y a veces la gente que asumías que están siempre a tu lado y te entienden siempre no importa lo que suceda, resulta que no tanto, o no siempre, o no del todo.

Pues sí, lo sabía, lo aceptaba como una posibilidad. Pero no por imaginarlo duele menos.

Porque la realidad es que siempre creí que todo era incondicional. Pero no. No lo es. Y cuanto antes salga de esta burbuja de irrealidad, antes podré asumir el mundo como es y como debería afrontarlo.

Sin rencores, pero también sin fantasías. Si no se puede, no se puede. "It is what it is", dice mi sudadera. La compré con toda la intención, y es el lema de lo que me acompaña ahora. No hay alternativas, no hay sentido en tratar de maquillar las cosas. Las cosas son lo que son, y nada más. Y pretender lo contrario sólo te hace vivir en una realidad paralela que no es más que eso, fantasía.

Y aquí estamos. La realidad es la que es, y la realidad es que creía que estaba segura y que estaba aceptada. Pero por más que lo quieran maquillar, por más que quieran que sea genuinamente un "ven como seas", a la hora de la verdad esto sencillamente no es así. 

Existen expectativas, algunas que han sido más claramente comunicadas y otras que no tanto. Algunas incluso que no son claramente reconocidas ni por la gente que las empuña. Y la realidad es que esto no es tan sencillo como tú pensabas.

Contigo, sí, cerca, sí. Pero no corras. Tienes todo esto que hacer antes. No empieces la casa por el tejado.

Al final, sólo son excusas para marcarse a una misma que hay cosas que no, que por más que dije "siempre a tu lado como tú seas" la realidad es que hay una expectativa de cómo me gustaría que seas y que sencillamente no me gustaría que seas así.

Y como decía, las cosas son como son. Y todo está bien. Pero lo que no entiendo es la evasión de la realidad. La negación de que sencillamente, esto no es lo que quieres.

Puedo entender y aceptar, e incluso encontrar un equilibrio con lo que no te gustaría. Pero que enarboles la bandera del "contigo hasta el fin" pero a la vez "así no me siento capaz", la esquiva de la realidad, esa me cuesta más entender y aceptar.

Y de aquí es donde surgen las fracturas.

Slap in the face

 Tortazo en toda la cara. Es lo que significa.  No soy tonta, lo sabía, había oído suficiente gente hablando de esta situación. Tenía claro ...